El inicio de operaciones del Megapuerto de Chancay, previsto para noviembre, resalta la necesidad de establecer conexiones logísticas sólidas para consolidar su posición como centro neurálgico regional. Una propuesta de gran potencial es la creación de un tren bioceánico que enlace Bolivia y Brasil, mejorando así el flujo de mercancías entre los océanos Atlántico y Pacífico. China ha manifestado su interés en invertir en este proyecto.
De acuerdo con la Cámara de Comercio Peruano-China (Capechi), China se presenta como un candidato ideal debido a su vasta experiencia en la construcción de ferrocarriles. Este tren bioceánico representa una excelente oportunidad para fortalecer los lazos comerciales con Brasil.
Ubicado estratégicamente en la costa del Pacífico peruano, Chancay emerge como una puerta de entrada clave para el comercio entre América del Sur y Asia. Sin embargo, para potenciar su capacidad, es imperativo contar con una conectividad eficiente con los países vecinos y sus redes comerciales respectivas.
Jorge Chian, director ejecutivo de Capechi, comparó la capacidad de Chancay con la de puertos como Manzanillo (México) y Los Ángeles (Estados Unidos), gracias a su aptitud para recibir la nueva generación de contenedores.
Para mejorar la conectividad y la eficiencia del Megapuerto de Chancay, se ha propuesto la implementación de un tren bioceánico. Este proyecto ambicioso busca establecer un enlace ferroviario que conecte el terminal portuario con Brasil, atravesando Perú y posiblemente Bolivia.
Al unir los océanos Atlántico y Pacífico, el tren bioceánico ofrecería una ruta directa y eficiente para el transporte de mercancías, lo que implicaría una reducción significativa en los tiempos y costos de tránsito.
El marcado interés de China en este proyecto se sustenta en su experiencia en la construcción ferroviaria y en sus amplios objetivos estratégicos como actor clave en el comercio mundial y el desarrollo de infraestructuras. La inversión china no solo impulsaría la construcción del ferrocarril, sino que también estimularía el crecimiento económico y el desarrollo regional.
Es importante señalar que China, a través de Cosco Shipping Ports, es el principal impulsor del nuevo puerto peruano. La inversión china podría facilitar exportaciones más eficientes desde Sudamérica hacia Asia, reduciendo significativamente el tiempo de tránsito a un rango de 10 a 12 días.
El Poder Ejecutivo había mencionado previamente que el plan ferroviario podría requerir una inversión aproximada de 7.500 millones de dólares en territorio peruano, y se contempla que el financiamiento provenga de China, principal mercado para las exportaciones sudamericanas.