LO QUE SE VIENE PARA LA REGIÓN
Este escenario de volatilidad y alta incertidumbre, por cierto, ha afectado la actividad económica en nuestra región. A fines de abril, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) corrigió las proyecciones de crecimiento promedio para los países del continente: un 1,8%, a raíz de la crisis sanitaria y el conflicto ucraniano, con las consecuencias inflacionarias y de vulnerabilidad financiera que implican. Sin embargo, la incertidumbre no termina de capturar la agenda de inversiones a nivel latinoamericano, y al menos en materia logística-portuaria, varias inversiones claves continuarán su marcha durante este año y los siguientes, mejorando así la competitividad del continente frente a los desafíos que supondrá la futura recuperación de la actividad económica, a través del impulso en innovación, tecnología e infraestructura. Por otra parte, los nuevos episodios de tensión en las cadenas de suministro -a partir del Gran Atasco en China y a los cierres en Rusia- también han hecho que Estados Unidos y Europa posen su mirada hacia países latinoamericanos como eventuales socios en un concepto que denominan “friend-shoring”, que es la coproducción de productos claves en una estrategia de diversificación de canales de producción y comercialización. Expertos citados por la BBC mencionan a países como Honduras, Guatemala y El Salvador como eventuales socios estratégicos en la producción textil, por ejemplo. Cautela, paciencia y confianza, parece ser la receta para Latinoamérica durante un 2022 en que -tras la gran debacle de 2020 y asomos de recuperación el año pasado- este año vivirá un ciclo complejo, con una economía que globalmente crecerá menos, con mayores restricciones financieras y un aumento en el valor de los productos, como aseguró Daniel Titelman, director de la División de Desarrollo Económico de la CEPAL. |