Culminado el primer semestre del año, el balance de la economía peruana no es muy favorable, y es que a los rezagos de la pandemia se sumaron los conflictos sociales ocurridos en la primera parte del año, el ruido político y la tensa presencia del Fenómeno del Niño.
A estos factores, se suma la inflación, que agudiza la pobreza monetaria e impacta negativamente en el mercado laboral. “La inflación total ha mostrado resistencia a ceder y se mantiene en niveles elevados. Sin embargo, se prevé que pronto empezará a disminuir de manera más rápida. En el contexto del Fenómeno del Niño y sus efectos en la economía, se estima que la inflación aún cerrará el año por encima del 4%”, indicó Gonzalo García Arboccó, director de X Prime.
Por su parte, el Banco Mundial redujo su estimación de crecimiento de este año para la economía peruana de 2.6% a 2.2%, y precisó que la incertidumbre política afecta la confianza de los consumidores y las empresas.
Tipo de cambio
Según la última Encuesta de Expectativas Macroeconómicas del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), se espera que para el cierre del año la divisa estadounidense se ubique entre los S/3,70 y S/3,80 por dólar.
Para el economista Washington López, “la actual depreciación de la moneda verde responde a diversos factores, entre ellos, la consecutiva caída de la inflación en Estados Unidos, que en mayo se ubicó en 4,0%. Esto, a su vez, incentivó a que la Reserva Federal (FED) disminuyera el aumento de sus tasas de interés por primera vez en 10 meses”.
Para García Arboccó, la estimación es que el sol peruano tenderá a depreciarse en lo que resta del año por disminución del diferencial de tasas de interés y salida de capitales. “Consideramos que el tipo de cambio se ubicará entre S/ 3,70 y 3,80 por dólar al cierre de 2023, rango que podría mantenerse hasta el 2025”.
Vientos a favor
Los próximos meses serán decisivos para entender si la economía local puede dar un vuelco y aspirar a tener un semestre que permita paliar las cifras del Producto Bruto Interno (PBI). Otra tarea primordial será la reacción que se tenga ante la inminente llegada del Fenómeno del Niño y el clima de confianza que puedan generar desde el Ejecutivo y Legislativo.