El Tratado de Libre Comercio (TLC) recién firmado entre Perú y Hong Kong representa una oportunidad clave para que el país andino consolide su presencia en los mercados del sudeste asiático, según el economista internacional Carlos Aquino, de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM).

Aunque Hong Kong cuenta con una población pequeña de 8 millones de habitantes, Aquino destaca que este mercado puede servir como una plataforma estratégica para posicionar productos peruanos, especialmente del sector agroindustrial, en la región asiática.

Lecciones del TLC con China

La experiencia con el TLC firmado con China en 2009 resalta el impacto positivo que estos acuerdos pueden generar. Desde su implementación, las exportaciones peruanas hacia el gigante asiático crecieron casi cuatro veces, pasando de 6,000 millones de dólares a 23,000 millones en 2022. Este crecimiento no solo significó mayor producción y empleo, sino también un incremento en los ingresos fiscales que financian obras públicas como carreteras y hospitales.

Aquino subraya que casi el 90% de las exportaciones peruanas a China son minerales, un sector que ha sido clave para la recaudación fiscal. Sin embargo, enfatiza que el desafío pendiente es diversificar la oferta exportadora peruana y fomentar una producción más amplia.

El Camino hacia el Sudeste Asiático

La firma del TLC con Hong Kong puede ser el inicio de una relación más profunda entre el Perú y Asia. Según Aquino, Hong Kong, conocido como un importante centro comercial, puede actuar como una “vitrina” para mostrar los productos peruanos en el sudeste asiático, abriendo puertas hacia mercados más grandes.

Además de aprovechar las ventajas comerciales, Aquino considera esencial fortalecer el intercambio cultural y social con los países asiáticos. Esto incluye aprender sobre sus culturas, idiomas y modelos de desarrollo.

El Reto Interno

Para maximizar los beneficios de estos acuerdos, Aquino insta al Perú a “hacer su tarea”: mejorar su infraestructura, garantizar la seguridad y promover la estabilidad económica. Solo así, argumenta, el país estará en una posición sólida para competir y prosperar en los dinámicos mercados asiáticos.

Con este nuevo acuerdo, el Perú no solo busca consolidar su posición en Asia, sino también diversificar su economía y fortalecer su desarrollo interno a través de las oportunidades que brinda el comercio global.