La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings anunció este martes que ha modificado la perspectiva de Perú, manteniéndola en ‘BBB’ pero cambiándola de negativa a estable. Aunque el país enfrenta un contexto de incertidumbre política que ha frenado la recuperación de la inversión privada, se espera un crecimiento moderado de alrededor del 2.5% anual durante los próximos dos años.
Fitch destacó que, a pesar de la recesión de 2023 provocada por la volatilidad política, una gestión de políticas sólidas ha apoyado la recuperación económica en 2024 y ha contribuido a la estabilidad macrofinanciera del país. No obstante, Fitch advierte que los desafíos en la gestión fiscal persisten y podrían afectar el cumplimiento de los objetivos fiscales. Sin embargo, la relación deuda-PIB se proyecta estable y en niveles bajos.
Las calificaciones de Perú en ‘BBB’ están respaldadas por una sólida liquidez externa, un historial de estabilidad macroeconómica y un marco de políticas disciplinado. Sin embargo, persisten limitaciones relacionadas con la gobernanza, los indicadores de ingreso per cápita y sociales que son más débiles que el promedio de países con la misma calificación, así como la alta dependencia de las exportaciones de materias primas y una base de ingresos gubernamentales relativamente baja.
Finalmente, Fitch resaltó que la economía peruana muestra una recuperación con una tasa de crecimiento proyectada de 3%, una mejora respecto al año anterior, y subrayó la relativa estabilidad política, con la presidenta actual en funciones hasta 2026. Aunque se mantienen ciertos riesgos fiscales, el panorama para Perú refleja cierta resiliencia ante estos desafíos.