Hoy, hablar de última milla para las empresas logísticas es una necesidad. La entrega de productos puede convertirse en la fase más crítica de las compañías si no aplican herramientas de optimización. Por esta razón, las compañías deben contar con soluciones efectivas que escalen la operación y aumentan los niveles de experiencia del consumidor.
“La entrega eficaz y sin problemas son demandas base en la fidelización del cliente. Por ende, planificar para obtener una mayor eficiencia y rentabilidad es clave. Además, se maximizan los pedidos y entregas, al incorporar los tiempos de los conductores, las horas disponibles, las paradas totales, las estimaciones de cumplimiento y los requisitos legales”, explica Ulrich Reiser, Country Manager de STG en Perú.
Lo cierto es que en la actualidad la rapidez en la entrega ya no es un lujo, es el desde. Y aunque el trayecto de un producto hasta la puerta del cliente es, con frecuencia, lo más tedioso del proceso de entrega, tiene un impacto directo en la satisfacción final. Por ende, hay que abordarlo como un problema de negocio que requiere orden.
Agilizando las entregas
Ciertamente, gestionar de forma eficiente el transporte no es tarea fácil. Y aunque las expectativas de los clientes son cada vez más exigentes, hay múltiples opciones que permiten que los actores de la logística y transporte sean competitivos.
“Escalar la operación de las entregas es el reto más importante en las cadenas de suministro actuales. Ofrecer una experiencia integral es clave, es por ello que la optimización de las operaciones logísticas permite mantener relaciones efectivas y satisfactorias con el consumidor”, comenta Reiser.
Mantener el ritmo invirtiendo en la planificación proporciona predicciones más precisas, además de información más detallada a las empresas. En este sentido, es necesario que las compañías pongan en práctica tres sencillos pasos en sus procesos de reparto:
Planificación de rutas. Es muy importante que las empresas logísticas puedan generar las rutas más eficientes para sus conductores. Para ello, incorporar límites de carga, horarios disponibles y restricciones territoriales es clave a la hora de definir los trayectos. Además, agregar o eliminar visitas por ruta y cambiar el orden de las secuencias de visita en base a la demanda y orden permitirá optimizar el ciclo completo.
Monitoreo de flota y conductores. Para mantener el servicio, el monitoreo en vivo es fundamental. Las empresas pueden hacer seguimiento en tiempo real de la ubicación de sus vehículos y conductores, así como su recorrido, paradas y puntualidad en las entregas. De esta forma, en caso de contingencia, la compañía se puede comunicar directamente con sus conductores para gestionar visitas fallidas y comunicarlas inmediatamente al cliente, quien busca que su despacho sea lo más limpio posible.
Mantener al cliente informado. Este punto es esencial para lograr una satisfacción en el consumidor y que siga optando por la empresa. Darle seguridad de que su paquete será entregado en el día y la hora que se prometió sin duda se traduce en un servicio ágil. Para ello, las empresas pueden comunicarse a través de canales como Whatsapp, SMS o correo electrónico para informar el estado de su pedido como la programación del mismo o cuando esté en dirección al destino.
Escalar la operación debe ser siempre el desafío de las cadenas de suministro. Estrategias de este tipo permiten experiencias de cliente fluidas, potentes y transparentes, invaluables en tiempos de crisis.
“Lograr un equilibrio entre la satisfacción al consumidor y la rentabilidad es clave. Actualmente, las empresas buscan optimizar las rutas y los procesos de entrega. Pero gracias a la tecnología, como la automatización, podemos utilizar dispositivos móviles para un mayor éxito operacional y comercial, con una capacidad de adaptación más ágil y eficaz”, expresa Reiser.