El Área de Estudios Económicos del BCP señaló que el PBI del primer trimestre del 2022 aumentó 3.8% a/a y 4.3 % vs el primer trimestre del 2019 (4T21: +2.0% vs similar periodo 2019). Esto se debió principalmente a un mayor efecto estadístico durante el mismo trimestre de 2021, debido a que se decretó una cuarentena focalizada en febrero del 2021 y la expansión del consumo privado (+6.9 % a/a) asociada a la ampliación de los aforos y horarios de atención en la mayoría de los negocios, así como la normalización de los hábitos de consumo de los hogares. Sin embargo, agrega que este crecimiento fue amortiguado por la contracción de la inversión pública (-13.7% a/a) y la desaceleración de la inversión privada (+0.8% a/a), debido a la incertidumbre política y al menor dinamismo de la autoconstrucción (inversión privada no minera: 0.3% a/a).
El Reporte Semanal Macroeconómico y de Mercados del BCP precisó que, en el frente externo, el déficit en cuenta corriente anualizado fue 3.2% del PBI al 1T22 (4T21: -2.3%). Esta evolución respondió al aumento de las importaciones, mayores utilidades de empresas con inversión directa extranjera en el país y al mayor déficit de la cuenta de servicios. Estos factores fueron contrarrestados por la continua expansión del valor de las exportaciones. La cuenta financiera del 1T22 mostró una entrada neta de capitales equivalente a 3.9% del PBI (acumulado cuatro trimestres). Esta evolución se explicó por la expansión del financiamiento de largo plazo del sector privado, principalmente por la mayor inversión directa extranjera asociada a la reinversión de utilidades (como resultado de altos precios de los commodities). Estos flujos de entrada fueron limitados por la venta de bonos soberanos adquiridos por no residentes y por la compra de activos externos netos de corto plazo.
Finalmente, el BCP señaló que el déficit fiscal anualizado al primer trimestre del 2022 se ubicó en 1.6% del PBI. Esta evolución se explica principalmente por mayores ingresos corrientes del Gobierno General, en línea con un ciclo favorable de las cotizaciones de commodities, la recuperación de la actividad económica y una mayor recaudación de ingresos extraordinarios por deudas tributarias y acciones de fiscalización; así como por los menores gastos no financieros del Gobierno General.