Las tarifas de los contenedores marítimos se dispararon a medida que aumentan los aranceles y las navieras buscan rutas alternativas tras seis semanas de ataques a buques comerciales en el Mar Rojo por parte de militantes Houthi respaldados por Irán.
«El principal problema actual es el conflicto en el Mar Rojo, porque los buques tienen que tomar rutas más largas para llegar a su destino, especialmente cuando se dirigen a Europa. Debido a esto, las compañías navieras están imponiendo sobre cargos para cubrir los costos adicionales», explica Philip Gray, analista de transporte frigorífico de Drewry Shipping Consultants Ltd, a PortalFruticola.com.
El 4 de enero, Drewry compartió un informe que mostraba que el índice mundial de contenedores para productos secos en spot aumentó un 61% hasta los $2.670 dólares por contenedor de 40 pies en la primera semana del año.
«Hay mucha incertidumbre en este momento, y siempre que esto ocurre hay sobre cargos de por medio. Estos pueden permanecer o diluirse progresivamente. Sin embargo, mientras no se resuelva el conflicto del Mar Rojo, las navieras tendrán que imponer recargos», afirma Gray.
Gray afirma que la situación volverá a estabilizarse, y puede que las tarifas incluso bajen después, pero no hay certeza de cuándo ocurrirá esto.
Efectos para los productos frescos
Gray indicó que, para la fruta que se traslada de Sudamérica a Norteamérica, no habrá consecuencias porque las tarifas y los contratos de los frigoríficos ya se han negociado previamente.
«El Canal de Panamá es una gran preocupación para esta región porque, con las restricciones impuestas, hay recargos y, lo que es peor, existe incertidumbre sobre si los barcos pasarán por la franja horaria reservada», afirma Gray.
Cuando los barcos pierden sus franjas horarias reservadas, la fruta corre un alto riesgo de tener que pasar más días en el mar, lo que pone a los exportadores en una situación complicada porque, esencialmente, con cada envío están asumiendo un alto riesgo.
«La semana pasada hablé con unos exportadores peruanos que tenían un cargamento de mango y uvas programado para llegar a Europa en Navidad. Sin embargo, el barco zarpó tarde, perdió su horario en el Canal, comprometió algunos puertos y toda la fruta llegó después de Navidad. Esa es la preocupación de todos los exportadores», dice Gray.
El envío a Oriente Medio se ha convertido en un reto especial porque las navieras no dan garantías de tiempo, por lo que los exportadores tienen que reconsiderar el traslado de sus productos.
«Es complejo y muy difícil planificar algo, así que a veces es mejor esperar un poco y ver cómo evoluciona la situación», sugiere Gray.
Perspectivas a futuro
Gray cree que la situación en el Mar Rojo se prolongará durante algún tiempo, por lo que toda la cadena de suministro tendrá que adaptarse y planificar en consecuencia durante algunos meses más.
«Si esto dura mucho más, hay ciertas rutas que podrían reconsiderarse. Por ejemplo, una que existía que pasaba por la línea sur, lo que evita tener que atravesar cualquiera de los canales», sugiere Gray.
Construir estas nuevas rutas es complicado y requeriría muchos buques, pero Gray cree que siempre existe la posibilidad de hacer rutas alternativas para determinados productos.
Fuente: Portal Frutícola.com