El esperado Nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez abrirá sus puertas el 18 de diciembre, marcando un hito en la modernización de la infraestructura aeroportuaria del país. Con una capacidad tres veces mayor que la del actual terminal, este nuevo aeropuerto promete transformar la experiencia de viaje para más de 30 millones de pasajeros en su primer año de operaciones. Sin embargo, la grandiosa inauguración viene acompañada de retos logísticos, especialmente en cuanto al acceso al terminal.
Accesos Temporales: Un Puente hacia el Futuro
El acceso al nuevo aeropuerto se realizará exclusivamente a través de la avenida Morales Duárez. Este ingreso temporal será posible gracias a dos puentes modulares instalados sobre el río Rímac por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). Estas estructuras provisionales, de 81.9 metros de longitud cada una, han sido diseñadas para soportar el alto flujo vehicular hacia el aeropuerto. Sin embargo, su diseño no contempla accesos peatonales, lo que ha generado preocupaciones entre los usuarios.
Reconociendo la importancia del acceso peatonal, Lima Airport Partners (LAP) ha anunciado su colaboración con la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) para implementar rutas de transporte público exclusivas que facilitarán el acceso al aeropuerto. Esta medida busca mitigar los inconvenientes para pasajeros, usuarios y trabajadores durante el periodo en que los puentes modulares estarán en funcionamiento.
El Futuro: El Puente Santa Rosa
A largo plazo, el acceso definitivo al nuevo aeropuerto estará asegurado por el Puente Santa Rosa, cuya construcción está prevista para completarse en 2027. Este puente no solo conectará de manera eficiente la avenida Morales Duárez con el terminal, sino que también contará con accesos peatonales y una ciclovía diferenciada, garantizando un flujo vehicular y peatonal seguro y eficiente.
