El primer ministro del Perú, Gustavo Adrianzén, ha subrayado que las políticas adoptadas por el Gobierno para reducir las desigualdades y proteger a la población vulnerable no pondrán en riesgo la estabilidad fiscal del país. Estas medidas buscan garantizar un crecimiento económico inclusivo sin comprometer la solidez de las finanzas públicas.

Adrianzén destacó que la estrategia económica gubernamental está basada en un enfoque realista que ha permitido mantener la inflación del Perú en un solo dígito durante 331 meses consecutivos. Esto representa el periodo más largo de estabilidad inflacionaria en América del Sur y México desde que se empezaron a recopilar estadísticas comparativas en 1951. Este logro comenzó a forjarse en 1997 y ha colocado al Perú como la economía más estable de la región en términos monetarios.

El premier explicó que la tasa de inflación interanual en agosto fue del 2%, alcanzando el objetivo del Banco Central de Reserva. Además, destacó la colaboración estrecha entre el Gobierno y el banco central para proteger el poder adquisitivo de las familias y fomentar la inversión, lo que a su vez impulsa el crecimiento económico.

En cuanto a la historia inflacionaria del país, Adrianzén contrastó el actual éxito con episodios críticos como la hiperinflación de finales de los años 80, cuando los precios se dispararon de manera extrema. Hoy, gracias a la continuidad de políticas monetarias responsables, el Perú se mantiene por delante de países como Chile, México y Colombia en cuanto a control inflacionario.

El Gobierno reafirmó su compromiso de seguir impulsando una política económica que favorezca tanto la estabilidad como la inclusión, asegurando que las medidas implementadas no solo atienden a las necesidades de la población más vulnerable, sino que también mantienen atractivas las condiciones macroeconómicas para la inversión extranjera, clave para la reactivación económica.